Gotas de agua,
caen como lluvia,
reposan serenas,
sobre las hojas del café.
La mañana florece
y el sol sonríe,
la lluvia refresca,
y el verdor revive.
Un colibrí se levanta,
de su siesta,
sus alas deprisa
lo llevan donde quiera.
El aroma del polen,
llama su atención,
y con rápido aliento,
empieza su labor.
Una madre contenta
contempla alguna flor,
y en su patio un pajarito
la llena de emoción.
Deja un lado su café
y observa con amor.
En la naturaleza
aquella madre
encuentra su pasión.
Una tarde en Boquerón
contempla el derredor.
Un pajarito cantor,
despierta su atención,
y una sonrisa pequeña
reconforta su corazón.
La naturaleza es bella, te da paz y alegría, ilumina tu vida y alimenta el alma. El poema Un Colibrí, me saco una sonrisa mañanera, mi hijo conoce lo que disfruto. Cosas tan simples pero con mucho valor para mí. El contemplar una flor y ver llegar el colibrí, mientras tomo mi taza de café me hace muy feliz. Pero mucho más cuando lo puedes compartir con los seres que amas. Tu familia.
XL