Panamá 2026: una inversión histórica que puede cambiar la infraestructura y el empleo del país

En los últimos días he estado analizando con atención los anuncios del Ministerio de Obras Públicas (MOP) sobre su plan estratégico para 2026, y creo que estamos ante uno de los programas de infraestructura más ambiciosos de las últimas décadas en Panamá.

Hablamos de una inversión total de B/.1,220 millones, no solo enfocada en rehabilitar carreteras, sino en algo mucho más profundo: reactivar la economía, generar empleo y mejorar la calidad de vida a través de infraestructura funcional y bien mantenida.

El impacto social: empleo como motor de reactivación

Uno de los puntos que más me llama la atención es el enfoque directo en el empleo. Según lo anunciado por el ministro José Luis Andrade, el inicio de las obras —programado entre enero y marzo de 2026— generará:

• 10,000 empleos directos

• 20,000 empleos indirectos

En total, 30,000 oportunidades laborales distribuidas a nivel nacional. Esto no es menor: significa ingresos para miles de familias y un impulso real al consumo, la logística y los servicios asociados a la construcción.

Eficiencia en el gasto público: hacer más con menos

Otro elemento clave de este plan es la optimización de los recursos del Estado. De los 35 proyectos estructurados para licitación:

• 20 ya han sido adjudicados al precio más bajo

• Se ha logrado un ahorro inicial de B/.26.5 millones

• Esto representa una reducción del 12.25 % frente al precio de referencia

Y lo más interesante es que, según las proyecciones oficiales, el ahorro total podría llegar a entre B/.60 y B/.70 millones una vez concluyan todas las evaluaciones. En un país donde históricamente se ha cuestionado la eficiencia del gasto público, este dato merece atención.

Proyectos insignia: movilidad, seguridad y modernización

Dentro de la cartera de proyectos hay obras que pueden cambiar de forma tangible la movilidad del país:

• Corredor de las Playas – Variante Campana

  
  

  Inversión aproximada de B/.250 millones para ampliar la vía a seis carriles en un tramo de 18.6 km. La Variante de Campana permitirá evitar las curvas peligrosas de Loma Campana, mejorando la seguridad y el flujo hacia el interior del país.

• Rescate de la Avenida Omar Torrijos

  
  

  Un proyecto paralizado por años que se reactiva con B/.105 millones, tras ajustes técnicos y coordinación con el Ministerio de Ambiente para resolver problemas de suelo.

• Carriles exclusivos en Vía España

  
  

  Reactivación de un proyecto clave para el transporte público, con B/.90 millones, enfocado en mejorar la operación de MiBus sin incrementar el costo original del contrato.

Un plan con cobertura nacional y enfoque productivo

Algo que considero fundamental es que este plan no se queda en la capital. Incluye proyectos estratégicos en todo el país:

• Chiriquí: mantenimiento David–Boquete, rehabilitación Gualaca–Chiriquí Grande (98 km) y la Ruta del Café en Boquete.

• Azuero: rehabilitación de la carretera Tonosí–Cambutal, clave para turismo y producción agrícola.

• Darién: calles internas en Santa Fe y Metetí, e inicio del tramo Santa Fe–Cucunatí.

• Veraguas y comarcas: obras como Calobre–La Yeguada y la vía Tolalto–Caballero en la Comarca Ngäbe Buglé.

Este enfoque territorial es esencial si de verdad queremos un desarrollo más equilibrado.

Un nuevo estándar: mantenimiento obligatorio

Quizás uno de los cambios más importantes —y menos visibles— es la política de mantenimiento obligatorio por 3 años en todos los proyectos de rehabilitación. Esto incluye:

• Limpieza de drenajes y cunetas

• Señalización

• Conservación preventiva

Además, en febrero de 2026 arrancarán 16 programas “Tapahueco” en ciudades como David, Santiago, La Chorrera, Colón y Panamá, beneficiando a más de un millón de personas.

Reflexión final

Desde mi punto de vista, este plan de infraestructura para 2026 puede marcar un antes y un después si se ejecuta con transparencia, continuidad y visión de largo plazo.

Me gusta pensarlo con una analogía sencilla: la infraestructura es el sistema circulatorio del país. Si las arterias están rotas u obstruidas, la economía no fluye. Si se reparan, se amplían y se mantienen, el trabajo, el comercio y las oportunidades llegan a todos los rincones.

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