Un día de agosto,
En una época pasada,
El rugido de leones,
Se alzo sobre montañas...
Los pilares de la sociedad,
Construyeron sus cimientos,
Y cientos de caballeros,
Dieron su primer aliento...
Su ejemplo y dignidad,
Trazaron los caminos,
Crearon los senderos,
Para jóvenes y niños...
El rugido de un león,
Se oyó a la distancia,
Algo estaba por pasar,
La felicidad
aguardaba calmada...
Un día de agosto,
El joven Ikeda,
Infatigable, incansable,
Declaró su compromiso...
Hacia esta sociedad,
Hacia su maestro,
Y hacia si mismo...
Con su ejemplo y valentía,
Los Caballeros de este mundo,
Aquellos infatigables,
Encontraron su llamado...
Como montañas poderosas,
Han guiado muchas vidas,
Por eso hoy se alzan
como dignos herederos...
Portadores de estandartes,
Y de un lema eterno,
"Manifestar la paz del mundo
con un porte soberano"...
El rugido de un león,
Se manifiesta en mi legado,
Hoy estamos celebrando,
A los caballeros de esta tierra...
A hombres majestuosos,
Que defienden un llamado,
Sus valores y enseñanzas,
Guardaré en mi corazón...
Y seré digno yo también,
De la fuerza de un león...
Comments