Miro las nubes,
siento el viento,
el olor de la canela,
mientras un te caliente,
calma mi sed.
El tiempo se detiene,
mientras el domingo progresa,
nuestra mente no descansa,
y las metas se atrasan.
Vivimos en un mundo
con cientos de objetivos,
de sueños que alcanzar,
que parecen lejanos.
¿Cuánto falta para hacerlos realidad?
El desespero agobia,
mientras la paciencia pide a gritos salir.
Y es que la prisa siempre es
más fácil que la calma.
Las hojas de las palmas
se vuelve a mecer,
y recuerdo como hace años
lo hacían igual.
Quizás hay muchas cosas que ya olvidé,
cosas que ya no parecen importar.
Y el papel resiste esas ideas
que no he podido concretar,
y la voz dice y dice las excusas
del porqué no he de alcanzar.
Aunque no lo creas,
el destino te distraerá,
si no creas una ruta clara,
jamás llegarás.
Miles de planes para poder alcanzar,
pero te falta acción jamás llegarás,
¿Por qué entonces, no avanzas ya?
Levántate temprano.
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