Un día salí de mi casa y camine,
Camine por horas y no me detuve,
Camine siempre hacia delante,
Pero nunca curve….
Camine y camine,
Sumido en pensamientos,
Sumido en la locura del tiempo que solo pasaba,
Y seguí caminando…
Y mientras caminaba muchas cosas ocurrieron,
Pero de nada me enteré,
Yo estaba muy ocupado caminando…
Y paso así el tiempo,
Todos los días salía de mi casa,
Siempre a la misma hora,
Siempre hacia el mismo lugar…
El ocaso y la mañana, no importaban,
Ni el viento importaba,
Lluvia y tempestad y un sol radiante,
Me rozaba, pero caso no le hacia…
Una ultima mañana camine,
De pronto los sonidos fueron sonidos,
Y el viento fue viento,
De pronto mi mirada se aparto,
Y por accidente observe a mi alrededor…
Y miré entonces por primera vez,
En mucho tiempo lo que había olvidado,
Miré a los niños corriendo, jugando,
Miré el color del atardecer de marzo…
Miré y miré observé y observé,
Y entonces empecé a entender,
En ese instante comencé a correr,
Corrí y corrí, mientras pensaba,
A toda prisa y a toda velocidad…
Fue entonces que mire hacia atrás,
Y me di cuenta de cuanto paso,
De cuanto había dejado,
De cuantas cosas habían pasado ya,
Y yo… En el mismo lugar…
Corri y corri, y me detuve al fin,
Había llegado a la parada final,
Y sin más con una sonrisa miré hacia atrás,
Subí al tren otra vez,
Y partí muy lejos y me aleje de aquí…
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