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5 Cosas que debes saber antes de Salir de la Facultad de Arquitectura

Foto del escritor: Gabriel Solano LázaroGabriel Solano Lázaro

Actualizado: 23 feb



La carrera de arquitectura es una de las más bonitas e inspiradoras que puedes estudiar. Es una profesión con mucha responsabilidad, donde comienzas a conocer la importancia de los espacios y cómo aprovecharlos con una distribución adecuada. Ser Arquitecto es poder plasmar en un papel lo que desea y se imagina un cliente, y lograr que se haga realidad físicamente. Esto representa una gran responsabilidad a lo largo del desarrollo de una obra y dedicación a cada proyecto.

 


Desde el inicio de la carrera, se comienza a sentir el vínculo de crear, renovar y aportar con cada uno de tus diseños a nuevos espacios que serán habitados y disfrutados.

 

Les puedo confesar que yo soy uno de esos soñadores.


 

Mi nombre es Gabriel Solano, soy arquitecto de profesión, agente de bienes raíces y un gran soñador. Formo parte del SPIA (Sociedad Panameña de Ingenieros y Arquitectos), la APEDE (Asociación Panameña de Ejecutivos de Empresa) y del IPAUR (Asociación Panameña de Arquitectura y Urbanismo).

 

Me he desarrollado como un profesional en el área del diseño residencial, comercial y urbano. En el camino que he recorrido, me he identificado con cinco elementos que me hubiera gustado saber desde la facultad, que a continuación se los quiero compartir:

 

1. Confiar en ti mismo


La primera de ellas es la confianza. Confiar en ti mismo es fundamental tanto para liderar un equipo de trabajo, como para desarrollar proyectos de alto nivel. Dicha habilidad se va desarrollando con el paso de los años de práctica. Si la tienes en mente desde un principio y la vas trabajando durante tus años de facultad, será una herramienta fundamental para poder destacarte en el campo de trabajo.

 

Para lograr desarrollar dicha confianza, debes conocerte a ti mismo como primer paso, ya que al conocer a detalle tus habilidades y debilidades será más fácil defenderte en el área laboral.

 

Algo que quiero compartirles a modo de “tip” personal es que en aquellos momentos en los que me encuentro desarrollando un proyecto, y veo que las fechas de entrega son próximas, empiezo de inmediato a elaborar un plan de trabajo estratégico. Lo que hago es ir dividiendo el trabajo en entregables más pequeños, de tal manera que el “problema” se vaya haciendo más manejable. En este sentido identifico al personal clave y le asigno tareas, de tal forma de tener un responsable para ciertos entregables. En este plan busco ir cubriendo las entregas con un primer barrido de todo lo fundamental, y esto será la entrega 1, luego voy atacando cada entrega estratégicamente hasta que el entregable completo esté listo. En resumen, se trata de tener claro los entregables, y dividirlos en piezas pequeñas más manejables.

 


Les daré un ejemplo a qué me refiero cuando hablo del plan de trabajo estratégico. Digamos que tengo asignado un Diseño Urbano, llamémoslo un Plan Maestro. Lo primero que debo saber son las normativas que voy a aplicar, entender cuál es la visión del cliente para aquel proyecto y tener una idea clara de los espacios a desarrollar. Con esta información puedo dar inicio a lo que sería el proyecto iniciando con el trazado urbano, dando prioridad a la vialidad, los espacios públicos y al espacio de cada lote. Empleando dicho método de trabajo se puede cumplir de manera organizada y eficiente el desarrollo de este proyecto. Me concentro inicialmente en lo fundamental, las reuniones con el equipo de trabajo, el cliente y el equipo de ingeniería. Armamos el plan inicial para el desarrollo del proyecto que incluya el trazado vial general, y unos grandes bloques de uso de suelo; luego de esto podemos ir llevando estas “ideas” a un nivel más menudo y detallado.

 

Esta confianza que he ido desarrollando con el paso de los años de experiencia profesional, te invito a que tú también la puedas desarrollar. Analiza cada proyecto con detalle, explora cada experiencia laboral, universitaria o profesional a lo largo de tu carrera, y pon en práctica en cada entrega la confianza y seguridad. Si lo practicas diariamente, con el paso del tiempo te hará un gran profesional en tu campo.

 

2. Saber ponerle precio a tu trabajo


 

Punto importante: valorar nuestro trabajo. Durante la carrera universitaria, no se habla mucho de este tema, por lo que muchos al graduarnos, nos vemos confundidos al darle un precio a la realización de un proyecto o a nuestras horas de trabajo. Puede que en tu universidad no se hable de como dirigir un estudio de arquitectura, o de los impuestos, o de la parte organizacional de manejar un equipo de trabajo; y si por el contrario si lo hacen, te exhorto a prestar mucha atención a cada detalle. Pues no es lo mismo ser un gran diseñador que dirigir una empresa exitosa.

 

Por ello, es importante manejar información de negocios y administración, ya seas arquitecto, diseñador gráfico, diseñador de interiores o fotógrafo. Es fundamental que sepas cómo cobrar por lo que haces. En oportunidades me he encontrado con estudiantes ya en el cuarto año de su carrera y les pregunto:

 

"Si te pido hoy que me hagas un proyecto de una casa, ¿cuánto me cobrarías?" Muy pocas veces me han dado una respuesta, y es que muchas veces nuestras licenciaturas se enfocan en la técnica, en cómo hacer que el profesional haga mejor su trabajo para otras personas, pero dejan a un lado la información de cuánto cobrar por dichos trabajos. Por lo que todo profesional ya graduado entra en la disyuntiva de qué valor monetario dar.

 


Por ello, quiero compartir según mi experiencia un par de estrategias que puedes hacer para ponerle precio a tu trabajo:

 

Siguiendo el mismo ejemplo del proyecto de una casa, veamos cuales son los pasos para darle precio. Lo primero, consiste en calcular los gastos que conllevará la realización del proyecto. En este caso, vas a requerir un ingeniero electromecánico, un ingeniero civil, un renderista, un desarrollista, un paisajista, un diseñador de interior, un agrimensor y un tramitador; dependiendo de la magnitud del proyecto puede que requieras otros profesionales de soporte. Haciendo el análisis de costos, y de acuerdo al equipo de trabajo que vayas a necesitar, las herramientas, gastos operativos, viáticos, licencias, computadores, oficina, etc., podrás tener una idea más clara del valor del proyecto.  Este tipo de análisis te arrojará los gastos totales, al cuantificarlos, agregar un margen de imprevistos, y el margen de ganancia, con todos estos valores podrás definir tu precio de venta.  Te recomiendo que lleves analíticas de los servicios, o productos que más vendes. Adicional, lleva el registro de tiempo de cuánto te toma realizar un proyecto, los costos asociados, y los metrajes para dichos proyectos; si tienes todos estos datos en una tabla que puedas repasar antes de dar un precio, podrás tener analítica que respalde tus decisiones comerciales.

 

Cuando hablo de margen de ganancia me refiero a un porcentaje fuera de los costó del proyecto. En este caso si estas empezando, hago referencia al siguiente ejemplo: si algo te cuesta 100 dólares producirlo y lo vendes en 120 dólares te ganaras 20, pero si lo vendes en 90, pierdes 10. El margen de ganancia es algo muy particular de cada negocio, sin embargo, las industrias suelen manejar márgenes de ganancia similares. Investiga, pregunta, y analiza para que puedas definir tus propios márgenes.

 

Toma en cuenta que dentro del precio deben estar considerado los imprevistos, el valor porcentual de tus costos operativos, costos de licencia, impuestos y cualquier otro gasto asociado.

 

Al principio, no tendrás muchos gastos operativos, pero más adelante, los impuestos, y demás costos operativos serán un valor que debes tomar seriamente en cuenta.

 

3. Saber hacer una presentación corporativa

 


Cuando hacemos proyectos arquitectónicos, fotografía, diseño gráfico o cualquier otro, es fundamental saber cómo diagramar una presentación del proyecto. Con esto no solo me refiero a la parte técnica del trabajo, sino que la información que vas a compartir sea entendible hacia el cliente y para las personas a quienes va dirigida la presentación.

 

En este orden de ideas, es recomendable ir desarrollando un estilo propio, ir practicando y perfeccionando tu técnica de presentación a lo largo de tus años de carrera. A lo que me refiero con ello es que puedes aprovechar estos años donde inicias tu adquisición de conocimientos para ir creando plantillas de presentación, plantillas de informes, y plantillas de reportes, por listar algunos formatos importantes. Todos estos formatos pasarán a ser parte de tu identidad corporativa y de utilidad a lo largo de tu vida profesional, los cuales puedes ir modificando según lo consideres, y de esta manera lograrás trabajar de forma ordenada, para así aspirar a excelentes resultados.

 

Hoy en día existen diversas herramientas que te pueden servir para desarrollar esta visual profesional, las cuales te comparto a continuación:

 

- La Suite de Adobe es un mandato obligatorio para todo diseñador, y puedes combinar las herramientas de manera muy interesante.

 


- Illustrator para crear artes vectoriales, logos, dibujos arquitectónicos, entre otros.




 

- Photoshop para editar renders, imágenes y fotografía.

 



- InDesign para armar el esqueleto de las presentaciones, portafolios, revistas y otras publicaciones que necesites desarrollar.

 



También puedes aprovechar herramientas gratuitas muy útiles como Canva.



 

4. Saber vender tu idea

 

Otro factor fundamental a tener en cuenta es saber vender tus ideas. Desarrollar técnicas avanzadas que te permitan llegar a la gente, transmitir información de los proyectos, y lograr que las ideas queden plasmadas en la mente de tus oyentes, es obligatorio para cualquier empresario y profesional. Este puede ser el activo más importante en tu carrera. Te lo digo de nuevo, saber vender una idea puede llegar a ser el activo más valioso de tu negocio.



Dichas habilidades se van adquiriendo en el desarrollo de cada proyecto y de los años de experiencia, donde aprenderás a valorar cada esfuerzo y trabajo realizado.

 

Te recomiendo que, si nunca has tenido una experiencia de venta, trates de vender tu primer servicio, o tu primer producto. Si no sabes que vender, te recomiendo conseguir una pasantía, o trabajo temporal relacionado a la venta. La experiencia de vender algo, negociar un precio forja tu carácter, poder lidiar con los rechazos y seguir adelante ante cualquier adversidad son algunas de las características de los mejores vendedores.

 

Te recomiendo leer dos libros: el Vendedor más grande del mundo, y Como Ganar Amigos e Influir sobre las Personas; ambos libros son joyas invaluables que te acompañaran en tu desarrollo profesional.

 

5. Saber mercadear tu idea

 

Muy alineado con vender tu idea, viene la captación de clientes potenciales, lo que se conoce como el trabajo de Mercadeo o Marketing, donde existen hoy en día distintas técnicas y herramientas que podemos usar para captar clientes. Estrategias como los anuncios publicitarios en redes sociales, los anuncios publicitarios en Google, el posicionamiento a través de motores de búsqueda, entre muchos otros.


 

No podemos dejar a un lado lo que son las relaciones públicas y el networking, siendo estas estrategias universales y recomendadas para que sean aplicadas desde el día uno de tu vida como profesional.

 

La finalidad de todo lo que te he compartido es aportar a esa visión del profesional que quieres ser hoy y al que aspirar convertirte el día de mañana.

 

Más allá de la parte técnica, expande tu mente a las posibilidades que existen en la actualidad. Hoy en día tecnologías como la inteligencia artificial y miles de otras herramientas digitales están al alcance de nuestras manos. Hay tantas cosas que puedes hacer para llevar tu carrera al siguiente nivel y darte a conocer como profesional.

 

Quiero que seas ese profesional que aspiras ser ante la sociedad, pero principalmente para ti mismo, quiero que seas esa persona capacitada para hacer realidad tus sueños y los sueños de tus futuros clientes.

 

Si bien existen muchas otras cosas que me hubiera gustado saber antes de salir de la Universidad, estas son las cinco principales que quise compartirte en este artículo. Ahora dime: ¿Cuáles son las tuyas?


 

¡Hola!


Mi nombre es Gabriel Solano Lázaro, editor de este blog de emprendimiento y crecimiento personal. Recuerda "Todo Empieza Desde Adentro". Esto quiere decir que dentro de ti, tienes el poder de transformar tu vida.


Si quieres ser escritor de nuestro blog o tienes alguna consulta escríbeme a mi correo hola@gabrielsolanola.com


Sígueme en mi cuenta de Twitter @gabrielsolanola, seguiré compartiendo información de crecimiento y más.


Te deseo un día de éxito.

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